jueves, 24 de julio de 2014

TRACTATUS PRISMATICUS: EL DESBOZAMIENTO DE LA BROZA






 

La broza no es basura natural. Es el terciopelo denso y calcáreo resultante de las sustancias en tránsito de conversión biológica. Todo regresa al polvo del origen.

 

El que la broza pueda ser dispersada por el viento, no determina previamente la dirección en que tal broza pueda ser desbrozada. Por ello, el objeto de estudio podría ser la gravitación pura de la broza y sus consecuencias.

 

La intensidad del viento puede obrar una circunferencia de dispersión mayor o menor, según los accidentes del terreno, y por lo tanto, hablar de una forma de la dispersión, resulta inviable.

 

El que “la broza se desbroce” es un riesgo tautológico que debemos sortear a la hora de  describir el efecto del viento real sobre la broza física.

 

A propósito de lo anterior, tengamos en cuenta que la mecánica del viento es susceptible de sintetizare en una poética de los efectos y de las configuraciones accidentales.

 

 La broza podría ser considerada como el punto seminal de otros brotes de broza o similares que la naturaleza produce en terrenos y climas diversos o más propicios.

 

Esta circunstancia multiplica el examen fenomenológico, pero no supone el engrosamiento de los sistemas de investigación ni de las jerarquías. La broza es broza en cualquier punto del planeta, hay un hermanamiento botánico de fibras y bacterias que considerándolas, reduce las diferencias a unas características comunes.

 

El que la broza se tornasole en otoño excusa el motivo poético, pero no determina una filiación mórbida o evocadora al fenómeno de la lenta putrefacción de las masas de las hojas que forman la broza. El motivo poético llena de significado un fenómeno natural, invisibilizando el fenómeno en sí con la madeja verbal, con la imagen poética. El motivo poético ya es sustancia suficiente. La broza es además de ello inmortal, pues ya está muerta.

 

La broza es el conjunto de ramas y hojas víctima de la inercial carga del tiempo. El tiempo suma sus microedades en la formación de los estratos del humus. El tiempo se hace una almohada con la broza de los siglos. El confinamiento residual de la broza, supone, sin embargo,  la confirmación de un concepto: su estatus negativo.

 

Es posible que la broza sueñe con las brozas flotantes de otras fibras y del polvo estelar. De ser así, esto debe  tener una reciprocidad en esa broza célica errante, pues de lo contrario quedaría en buena parte anulada la configuración del destino universal en la unidad de los contrarios. 

 

 


2 comentarios:

Unknown dijo...

La Naturaleza es sabia , recicla .
A ver si los humanos aprendemos de ella , que buena falta le hace al planeta .
Una metarmorfosis lenta , pero consistente .
Donde van las hojas secas , que hay sobre el asfalto ? se las lleva el barrendero ...
Estoy escrbiendo desde pleno centro de un bosque .
Mientras leía tu post , he desviado la mirada hacia los árboles que lo habitan y mentalmente les he dado las gracias .
A veces creemos que broza equivale a basura .
Y la verdadera basura somos las personas que no tenemos respeto por el medio ambiento y destruimos el ecositema .

La imagen me encanta , acorde con el tema que expones .
Saludos amigo

José María Piñeiro dijo...

¿Estabas en un bosque al leer la entrada del blog? Qué sincronía.
Muchas gracias, Elena. Nos seguimos.

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