martes, 1 de abril de 2014

100 AÑOS DEL NACIMIENTO DE OCTAVIO PAZ

 
Cuánto he disfrutado con la lectura de los libros de Paz, qué chorros de clara inteligencia, qué fluyente brote de palabras precisas y límpidas, desde que el Mono gramático me revelara sus selváticos misterios allá, una dulce tarde de 1980.  Hoy el poeta cumpliría los 100 años, cifra redonda y mitológica que sólo puede serlo de sabiduría poética.
Poetas, leed, leamos a Octavio Paz para saber en qué tramo del laberinto nos encontramos.        
 
 
 
 
  
 
Somos barrocos por fatalidad del idioma.
 
Al revés de lo que pasa en Francia, entre nosotros la mayoría escribe mal y canta bien.
 
El verso español combina de una manera más completa que el francés y el inglés la versificación acentual y la silábica.
 
Si el verbo es el doble del cosmos, el campo de la experiencia espiritual es el lenguaje.
 
La prosa es un género tardío, hijo de la desconfianza del pensamiento ante las tendencias naturales del idioma.


Verso y Prosa




 
Percibimos al universo como una asamblea de mundos en rotación.
 
Todo es ahora.
 
La escritura es una búsqueda del sentido que ella misma expele.... Esto que digo es un continuo decir aquello que voy a decir.... Al escribir, camino hacia el sentido; al leer lo que escribo, lo borro, disuelvo el camino.
 
Los frutos sexuales y las flores carnívoras de la alteridad brotan del tallo único de la identidad.
 
Quizá la realidad también es una metáfora.
 
Yo siempre voy adonde estoy, yo nunca llego a donde soy. Siempre yo siempre en otra parte: el mismo sitio, el otro yo.
 
La crítica del paraíso se llama lenguaje: abolición de los nombres propios; la crítica del lenguaje se llama poesía: los nombres adelgazan hasta la transparencia, la evaporación. En el primer caso, el mundo se vuelve lenguaje;  en el segundo, el lenguaje se convierte en mundo.


El mono gramático
 



 
El humor. Ni Homero ni Virgilio lo conocieron; Ariosto parece presentirlo, pero sólo nace con Cervantes. por obra del humor, Cervantes es el homero de la sociedad moderna.
 
Ambigüedad de la novela
 
 
 
 
En obras como La vida es sueño, El mágico prodigioso, o El condenado por desconfiado, el teatro español funde una concepción dramática nacional con la defensa e ilustración de la doctrina católica del libre albedrío. y aquí debe decirse que nuestro teatro es el único en Occidente que merece realmente el adjetivo de filosófico, al menos hasta Goethe. Frente a Calderón el pensamiento de Racine o el de Shakespeare es mero balbuceo.
 
El mundo heroico
 
 
  
 
la poesía no se siente: se dice. O mejor: la manera propia de sentir la poesía es decirla.
 
Aunque comulgue en el altar social y comparta con entera buena fe las creencias de su época, el poeta es un ser aparte, un heterodoxo por fatalidad congénita: siempre dice otra cosa, incluso cuando dice las mismas cosas que el resto de los hombres de su comunidad.
 
la consagración del instante
 
 
 
 



Muchas de las conversiones de los románticos alemanes fueron consecuencia de su concepción poética de la religión tanto como de su concepción religiosa de la poesía.
 
Uno de los rasgos de la edad moderna consiste en la creación de divinidades abstractas. el lugar de Dios y de la antigua naturaleza poblada de dioses y demonios lo ocupan seres sin rostro: la Raza, la Clase, el Inconsciente, el Genio de los Pueblos, la Herencia.
 
La inspiración
 
 
 
 
La poesía siempre es disidente. no necesita ni de la teología ni de la clerecía. no quiere salvar al hombre, ni construir la ciudad de Dios: pretende darnos el testimonio terrenal de una experiencia.
 
La ausencia es la forma más pura de la temporalidad.
 
La muerte nos realiza cuando, lejos de morir nuestra muerte, morimos con otros, morimos por otros y para otros.
 
El surrealismo es una actitud del espíritu humano. acaso la más antigua y constante, la más poderosa y secreta.
 
Las peras del olmo



 
 
Las construcciones de la técnica - fábricas, aeropuertos, plantas de energía y otros grandiosos conjuntos- son absolutamente reales pero no son presencias; no representan: son signos de la acción y no imágenes del mundo.
 
Historia y tragedia son términos incompatibles: para la historia nada es definitivo excepto el cambio; para la tragedia todo cambo es definitivo.
 
El hombre es lenguaje porque es siempre dos hombres, el que habla y el que oye.
 
Los signos en rotación
 

1 comentario:

José Antonio Fernández dijo...

Me gustan esos fragmentos donde predomina, sobre todo, la verdad.
Muy sugerentes, igual que las fotos.
Saludos.

  LOS ARCHIVOS DE MARÍA MANZANERA LOS MUNDOS FOTOGRÁFICOS CON LOS QUE UNO HA SOÑADO Y  OTROS HAN REALIZADO .   Sábado, 23 de marzo. ...