lunes, 26 de agosto de 2013

AFORISMOS DE VOLTAIRE

 
 
 
El aforismo que, quizás, sea la forma de pensamiento de la modernidad, - véase Pascal, Schopenhauer, Nietzsche - se ha convertido, también en una práctica literaria. Ambas cosas convergen, ya que el aforismo es un arte que requiere agudeza reflexiva y una escritura eficaz que sepa expresarla.  Precisión y rapidez provocan ese deslumbramiento tan adictivo para el lector.  Resulta curioso que pensamiento y literatura marchen de la mano en el ejercicio aforístico: también Voltaire, el gran filósofo de las Luces, fue un notable escritor. Podríamos decir, incluso, que para Voltaire la filosofía venía a reducirse a la obra humanística de la práctica literaria. Una práctica que sería la forma soberana de expresión para quien los tratados de Metafísica o de Teología se le antojaban incómodos volúmenes cuyo discurso yacía, acartonándose, en la solemnidad de sus cátedras.
 
María Teresa Gallego (a quien conocí en una visita que hizo a Orihuela, acompañada del también traductor Joaquín Garrigós) y Amaya García, llevan a cabo una criba en la suntuosa correspondencia del autor con duques y duquesas, príncipes y periodistas,  a la búsqueda del cohete- como diría Carlos Edmundo de Ory-, del aforismo escondido entre los pliegues continuos de una escritura ágil y  absolutamente sincera. El resultado es un notable puñado de pensamientos que tienen el doble atractivo de su límpida factura y sorpresiva actualidad.  
 
 
La observación sorpresiva:
Lo científico nunca es escandaloso.
 
Llamamiento contra el olvido:
Las injusticias atroces son siempre heridas recientes.
 
El más sabio epicureísmo:
Coloco los placeres en el rango de las bellas artes mayores.
Todo cuanto no es placentero es lamentable
 
No sólo Schopenhauer se sabía nuestro refranero. En una carta a Étienne-Nöel Damilaville, Voltaire también nos cita:
¿Conocéis este refrán español que reza. " De las cosas más seguras, la más segura es dudar?
 
Tendencia política de la naturaleza:
La naturaleza es cruelmente liberal
 
La galantería suprema:
Ni todos los razonamientos del mundo valen tanto como un sentimiento de mujer
 
Haciendo patria:
Los franceses serán siempre a medias tigres y a medias simios
 
Bordeando la greguería:
La cama es el pupitre de los ancianos
 
Lo desternillante:
Sólo Spinoza me consta que razonase bien. Pero no hay quien lo lea.
 
Desde aquí nuestras felicidades a la exquisita Hermida Editores por esta, igualmente, exquisita selección de los mejores aforismos volterianos y que constituye la novedad de su colección.  

1 comentario:

José Antonio Fernández dijo...

Buena selección, José María.
Me quedo con el último.

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